Me han visto

31 de octubre de 2005

De situaciones


Se paró frente al espejo y empezó a ensayar.

Apretar lo labios. Respirar más rápido, entrecortado, convulsiones en el pecho.
Los ojos debían tiritar y empezar a mojarse.

Llevaba años sin llorar. Y quería acordarse como hacerlo, pero tenía 3 teorías: o no se acordaba como, o no tenía motivos, o había bloqueado sus emociones.

Cuando desistió nuevamente, por un segundo le pareció ver en su reflejo una mirada de desafío.

Sintió miedo, y cerró apretadamente los ojos. Una fuerza desconocida intentaba abrirselos. En el espejo empezaron a sucederse imágenes.
Recuerdos de situaciones en las que quiso llorar y no pudo. De situaciones en que había hecho mucho daño, y el orgullo le impidió pedir perdón. De situaciones en las que una angustia oprimía su pecho y le dificultaba respirar, luego de ver cosas que resultaban absurdamente ñoñas, pero emocionantes desde su punto de vista.

Esa misma angustia sintió en su pecho, y la respriación que había ensayado se repitió espontáneamente. Ya no solo tenía los labios arrugados, sino también su rostro y poco a poco encogía su cuerpo, hasta llegar a ser un ovillo. Sus mejillas se humedecieron por el miedo que sentía.

En un pestañeo más, notó que la imagen en el espejo era su propio cuerpo hecho un ovillo. Respiró profundo, y se puso lentamente de pie.

Prendió la luz, y se alejo caminando de espaldas. Algo le hacía sentir incómodo ahí.
Quizás era el saber que era vulnerable, al darse cuenta que puede sentir.

Una extraña felicidad angustiosa llenó su pecho e hizo que gritara tan fuerte, que cayó al piso con el cuerpo extenuado y el tórax acalambrado.

Se quedó de rodillas, mirando al piso, a las afueras del baño, hasta que lo vinieron a buscar.

13 de octubre de 2005

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Le molestaban las muñecas y los empeines. Algo raro había cuando trataba de caminar. Cuando se le pasó el mareo, y pudo estabilizarse mejor, dio repenteinamente un paso que no quería dar.
Y luego otro.
Su mano se movió contra su voluntad y saludó a la vecina que tan mal le caía. Iban sus pies, ligeros y gráciles, como en una danza, a saltitos por el pavimento hacia el frontis del Museo. Extrañamente sus manos no coordinaban mucho con los pies, y nunca las podía bajar por completo.
En algunos movimientos, vio unos destellos como hilos pasar verticalmente frente a sus ojos. No entendía nada. Comenzó a buscar los destellos, hasta que los identificó como hilos, los cuales siguió con la mirada, hasta llegar a su piel. Se metía bajo ella, y se tensaba, para que levantara sus brazos. Se relajaba para que bajara sus pies. Empezó a sentir angustia por no poder manejar sus propios movimientos. Se resistía a los hilos, pero dolían cada vez más. Los puntos de contacto con su piel, empezaban a enrojecer por el forcejeo, comenzaban a sangrar en hilos rojos y delgados.
Empezó a buscar el origen de los hilos.... y llegó al cielo. Ese mismo cielo infinito con el que había soñado noches románticas bajo las estrellas. Ese mismo cielo que siempre se ofreció como refugio cuando quería hacer paracaidismo. Ese cielo que cuando aún no cumplía los 10 años, invitaba a ser explorado como astronauta. Ese mismo cielo donde habitaba..... ése. Ése que le había echado a perder la vida. Ése que se empeñaba en negar, pero siempre le salía el tiro por la culata. Ése que se empeñaba en darle señales de su amor, a pesar de ser negado una y otra vez. Ése traidor que atacaba sin previo aviso y por la espalda, para hacer ver que siempre estaba acompañando.
Pero en medio de eso, notó una mano que no podía ser de ése. No cuadraba con sus expectativas. Se habia abandonado de sí, y ahora su cuerpo se movía dominado por una gran mano invisible. Pensó que en cualquier momento se transformaría en puré bajo su presión, que se sentía encima. Y algo más atrás de la mano brilló.
Nuevamente notó el cielo, pero esta vez más luminoso. Descubrió que sus sueños de conquistar el espacio eran más fuertes. Descubrió que se podía desligar de los hilos con solo pensar que no quiere seguir a esa masa de marionetas dominadas y dirigidas por esa gran mano. Sus muñecas se aliviaron. Sus empeines descansaron. Fue a su departamento, armó un par de bolsos.... y se fue a vivir lejos de la ciudad.



4 de octubre de 2005

Si, pero no

Lo extraño? si.... mas que la chucha! pero estoy tranquilito :)
pero tb estoy tranquilo...
ya hemos hablado 5 veces por telefono :D
y siento como cada vez lo amo mas.... y siento su amor...

Por suerte yo le puedo mandar mensajes de texto.... no salen tan caros, solo $150 pesos... lo que es un alivio... pq todos los días le puedo mandar uno para hacerle saber que estoy con el...
Ademas encontre un carrier re conveniente... (si alguien llega a encontrar algun truco, por fa avise, pa tener mas cuidao :P)

y eso...

harto que hacer en la uni... y sintiendo el apoyo de la gente que quiero...
y como lo apoyan a el tb......

F.
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Update: uso telefono, pq mi microfono esta malo, al igual que mis parlantes... espero que pronto tenga nuevos. Cuando tenga nuevos... usarñe google talk, pq el skype, aunque me permite comunicarme desde el pc a un teléfono... hay un lag que no permite una conversación fluida. Además que el carrier ese es mu barato :)
F.