Me han visto

29 de mayo de 2006

Lo siento....

A algunos les conte que cuando postule a mi practica, me ofrecieron viajecillos con las alumnas de intercambio, si se daba la posibilidad.

Tambien les dije que me habían dicho que a San Pedro de Atacama iría yo con ellas.

Despúes les comente que el viaje a San Pedro se suspendía... porque lo cambiaron a Isla de Pascua... pero que no era seguro que yo fuera.

Al final, yo definitivamente no iba.

La cosa es que las Gringas parten mañana. Y mi jefa se enfermó.

Adivinen quien tiene que acompañarlas....
por lo que LO SIENTO, pero no contará nadie con mi deseada presencia entre mañana y el sabado.

Saludos!

ah! y mi prácica termina el Jueves... por lo que mi despedida será desde allá.


Fer.

Nota mental... conseguir una cam digital... y baterías recargables....
Nota Mental 2: alcanzaré a adquirir un bronceado fascinante? :P



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UPDATE!

se suspendio el viaje...


iba a usar el pasaje de mi jefa que se enfermo....

peeeero como era de los mas economicos, al tratar de cambiarlo.... hay que respetar una lista de espera.... asi que.,.... menos mal que no alcance a armar las maletas ni a que me prestaran camara... ni a comprar el repelente.,... pq.... me hubiera quedado con las maletas hechas, el repelente comprado y la camara en la mano...


weno.... por algo pasan las cosas....

aun espero entender cual es la leccion de esto...

saludos...


Fer

2 de mayo de 2006

En Celeste

Cada vez que iba a hablar, sentía sus labios relajados. Podía decir miles de cosas, en miles de idiomas, desde los datos más interesantes hasta los chistes más fomes, que por supuesto nadie celebraba.

No le gustaba cantar, porque se sabía desafinado. En realidad, esa no era la razón, ya que cuando estaba solo cantaba igual; sólo que cuando había alguien más, lo hacían callar.

De chico creció aprendiendo que cosas decir y no decir. Por lo que cuando había algo que no debía decir, apenas intentaba asomarse, se lo tragaba para que no saliera. Y se empezaban a acumular.

Algunas cosas salían fluidamente. Otras costaba que salieran, pero salían. Otras se quedaban adentro.

Periódicamente, el cúmulo de contenciones era tal, que explotaban y se derraban por el piso, saliendo por un punto de su cuerpo no diseñado para evacuar "cosasquenodebenserdichas".

Quiso ejercitar el decir las cosas para poder sacarlas por la boca. Y se esforzó. Y a veces le daban ganas de rendirse, pero cuando estaban empezando a subir por el cuello, dado el tamaño quedaba atascado y se sentía ahogado.

Cerró sus ojos un día, y se dijo, ?verbalizaré todo lo que pase por mi mente?. En su concentración, no notó que dejó de hablar por la boca y empezó a hablar como un ventrilocuo. El sonido provenía de la base de su cuello y empezó a expandirse, pero sin dolor. En el punto entre las clavículas, en esa hendidura, se empezó a crear una bolita suave y sedante. Era de color celeste. La bola celeste empezó a dejar de ser bola y a tomar la forma de las cosas que iban viajando por la cabeza de él, o representaciones de éstas.

En un momento cúlmine, cada forma se cristalizaba y caía a las manos que estaban una sobre otra, con las palmas hacia el cielo, apoyadas sobre las piernas. Y la nueva figura empezaba crecer en el mismo punto en la base del cuello.

Poco a poco las figuras eran más perfectas. Poco a poco hasta adquirían otros colores.

¿El fin de esas figuritas? Regalos. Siempre regalos para alguien más. Excepto cuando estas cobraban vida, que las dejaba libres.

Fue un trabajo arduo, pero con ganas y siendo el momento, todo fluyó.