Me han visto

2 de mayo de 2006

En Celeste

Cada vez que iba a hablar, sentía sus labios relajados. Podía decir miles de cosas, en miles de idiomas, desde los datos más interesantes hasta los chistes más fomes, que por supuesto nadie celebraba.

No le gustaba cantar, porque se sabía desafinado. En realidad, esa no era la razón, ya que cuando estaba solo cantaba igual; sólo que cuando había alguien más, lo hacían callar.

De chico creció aprendiendo que cosas decir y no decir. Por lo que cuando había algo que no debía decir, apenas intentaba asomarse, se lo tragaba para que no saliera. Y se empezaban a acumular.

Algunas cosas salían fluidamente. Otras costaba que salieran, pero salían. Otras se quedaban adentro.

Periódicamente, el cúmulo de contenciones era tal, que explotaban y se derraban por el piso, saliendo por un punto de su cuerpo no diseñado para evacuar "cosasquenodebenserdichas".

Quiso ejercitar el decir las cosas para poder sacarlas por la boca. Y se esforzó. Y a veces le daban ganas de rendirse, pero cuando estaban empezando a subir por el cuello, dado el tamaño quedaba atascado y se sentía ahogado.

Cerró sus ojos un día, y se dijo, ?verbalizaré todo lo que pase por mi mente?. En su concentración, no notó que dejó de hablar por la boca y empezó a hablar como un ventrilocuo. El sonido provenía de la base de su cuello y empezó a expandirse, pero sin dolor. En el punto entre las clavículas, en esa hendidura, se empezó a crear una bolita suave y sedante. Era de color celeste. La bola celeste empezó a dejar de ser bola y a tomar la forma de las cosas que iban viajando por la cabeza de él, o representaciones de éstas.

En un momento cúlmine, cada forma se cristalizaba y caía a las manos que estaban una sobre otra, con las palmas hacia el cielo, apoyadas sobre las piernas. Y la nueva figura empezaba crecer en el mismo punto en la base del cuello.

Poco a poco las figuras eran más perfectas. Poco a poco hasta adquirían otros colores.

¿El fin de esas figuritas? Regalos. Siempre regalos para alguien más. Excepto cuando estas cobraban vida, que las dejaba libres.

Fue un trabajo arduo, pero con ganas y siendo el momento, todo fluyó.

8 comentarios:

aprendiz dijo...

me llegó mucho tu relato,,, lo leí y re lei

Gracias por esto

Rupert dijo...

jejeje
es complicado eso de decir lo que te guardas...
pero bueno, a veces vale la pena... pesan harto
:S
R

Julius dijo...

?
Hablas de ti, cierto?
Al final con lo de las cosas celestes, me perdí un poco. Por que tu sabes que soy un poquito abrutao para las cosas poéticas/herméticas/metafísicas.
Como siempre, bonito.

Besos, coso.

JUL.

Manuel A. Calderón C. dijo...

Lo leí ahora y juraría que está distinto... (?) pero para el caso da lo mismo. Me gustó mucho y el tema me toca. Dicho con tanta alegoría que ni siquiera quiero descifrar, porque me quiero quedar con la evocación. Fer... estoy asombrado. Fantástico : )

Voikot dijo...

Oh! pensé que habías escrito de mi, eso de aprender a decir lo que corresponde y lo que no y otras cosas las sentí muy cercanas, habemos varios parece no?

Ofuscador dijo...

Uno se guarda las "cosas-que-no-deben-ser-dichas" con la intención de no herir a los demás, el problema es que te terminan dañando a ti... cosa que tb siempre olvido.

Hoy, caminando por echaurren, pasaste fente a mi... eres más alto de lo que imaginaba.

Saludos

Pablillous dijo...

y el solo pensaba cosas lindas?

me perdi un poo..muy lindamente escrito en todo caso..


gracias por los saludos y cuenteme de su epoca hetero..je je

abrazos

Anónimo dijo...

Enjoyed a lot! » »